sábado, 24 de marzo de 2012

Assemblage, El correo gallego 25-3-2012






Assemblage
La vida imita al arte cuando se producen encuentros fortuitos que devienen en realidad nunca vista antes. Como el puzle que necesita la pieza adecuada para perfeccionarse y dejar ver una imagen ignota. También en el amor como una de las bellas artes, aparecen piezas que juntas producen un novum o algo no conocido previamente que se aparece como perfección.                                            Este perfeccionamiento por el juego integrador de piezas dispersas para la invención de nueva fábrica se denomina en arte “assemblage”. Una técnica frecuentemente empleada por los surrealistas, que venía a colmar sus deseos de imbricación entre las experiencias sexuales de émbolo y percutor, junto a sus oníricas formas plásticas a base de objetos encontrados. La evolución del arte contemporáneo ha corrido paralela a esta idea de reconvertir en arte el “listo para usar”. El “ready made” duchampiano avanzó hacia la idea hipermoderna de la sensualidad estética entre idénticos y no miró hacia la concepción sexual de la complementariedad de opuestos. En los últimos lustros el objeto encontrado y el ensamblaje han tomado nuevamente las salas de exposiciones. Creadores españoles como Carlos Pazos, Chema Madoz. El chino Ai Wei Wei o el norteamericano Jeff Koons, realizan distintas modalidades de ensamblaje y objeto encontrado. Concibiendo máquinas de escribir con cuchillos, escaleras hacia un espejo, columnas barrocas orientales con lámparas de cristal vulgar, esculturas gigánticas de colores pop, incorporando al siglo XXI una visión intelectual y abstracta del puzle accidental. Un creador polifacético, Juan Morandeira,  diseñador, escultor, director de arte, decorador, empresario, propone en la escena gallega una nueva visión del ready made. El artista santiagués expone en la Galería Primera Planta de la coruñesa calle Real, un conjunto de listos para llevar, caracterizados por la rotundidad estética, la ósmosis plástica y la austeridad de materiales. Una silla con alas, una langosta que escapa de la sopera, un cerdito de oro que aparece en un huevo Fabergé, un reloj cuajado de espejos, un anatomía de maniquí o una lámpara con forma de sombrero loco del cuento de Alicia, son algunas de las variaciones sobre el tema del puzle que propone Morandeira. Un conjunto de piezas salvajes o fauves, ajenas a convención, que están listas para ser editadas y convertidas en el nuevo must del lujo en arte y decoración internacional. Encontrar lo complementario para hacer existencia creativa.
Román Padín Otero 

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