martes, 23 de abril de 2013
miércoles, 17 de abril de 2013
Palma Brunch. Blindate
Palma Brunch 2013. Blind Date
En todas las
ciudades importantes se celebran eventos para destacar el arte contemporàneo.
Basilea y Miami comparten "artbasel". Paris tiene Fiac. Londres
convoca Frieze...en todas ellas se combinan durante estos eventos, la creaciòn actual, con las visitas
turísticas, la gastronomía y las compras.
Es perfecto
para la escena cultural, turística y comercial de Palma de Mallorca, que se
reúna la sociedad civil en torno a una cita como Palma Brunch. Pues combina un
lúdico paseo por el centro de la ciudad, con los encuentros con amigos y
conocidos, la escena expositiva y eventualmente una visita a lugares de diseño
y moda.
El arte
contemporáneo recoge la pulsiòn del siglo XXI. Un siglo en el que turismo,
cultura y moda, avanzan en intertextualidad sobre el camino de la modernidad.
Creo que debemos felicitarnos y espolear Palma Brunch. Arte y cosmópolis de la
mano para disfrutar de la ciudad. Yo apoyaría un brunch cada trimestre!!!
En esta
edición, toda la oferta expositiva del Palma Brunch, ha sido extraordinaria.
Destacaría el sublime minimalismo de la colectiva en la Galeria Louis XXI,
donde un sistema de esculturas sincopadas y piezas de pared ópticas llenaban el
espacio. El rigor de la muestra en Pelaires, con clásicos de vanguardia de
fines del siglo XX y XXI. En Horrach
Moyá, la audacia de los universos femeninos en escultura, dialogaba con la
densidad de universos masculinos en fotografía y pintura. La delicada presencia
del dibujo en Aba Art. Y los trampantojos superpuestos en la galería SKL. Otra gran dama del arte en Galería Maior.
Artistas residentes en La caja Blanca. Evidencia en Xavier Fiol galería y
Reverberación en Ferrán Cano.
También las
instituciones y museos de la ciudad se sumaron a la iniciativa. Y Es Baluard,
la Fundación Miró, el Caixaforum y el Casal Solleric, presentaban muestras ad
hoc.
Quizá
resulta un elemento de conexión del Brunch, la pieza propuesta en la fachada
del Casal Solleric, pues evidenciaba, más que ningún otro espacio, la
imbricación entre calle y sala de arte que lleva implícito un evento como un
almuerzo para celebrar el arte.
El comisario
mallorquín Tolo Cañellas, gestionó un espacio outdoor-indoor en el Casal Solleric,
para dedicarlo a instalaciones de arte, que inauguró en el Brunch, con una
pieza del artista cántabro Juan López. La vitrina del edificio en la fachada
del Paseo del Borne, sale al paso del viandante, del wanderer, golpeándole con
una pieza de arte del siglo XXI en plena calle. La
intervención de Juan López, “Blind”, es una irónica transliteración, en la que
la palabra se convierte en forma, jugando al doble significado de forma y
fondo. Las letras se cabalgan haciendo el juego semántico, se ciegan tapándose
unas a otras como en un baile de coreografía semiótica.
La ciudad
entendida como escaparate del arte y la vida, encuentra en las vitrinas de las
tiendas y edificios públicos desde Charles Baudelaire, un lugar emblemático de
los pasajes de la ciudad, el espacio donde acumular con delectación las
pequeñas obritas de colores para decorar los hogares modernos. La vitrina,
reinterpretada por Walter Benjamin, como espacio para acumular los objetos de
edición en producción industrial. La vitrina donde, en acepción de la “era del
vacío” de Gilles Lipovetsky, se convierte en alegato de la moda efímera y yerma.
Se transforma ahora, en lugar de la filosofía de la negación. De la llamada de
la minoría. Y del juego intelectual. También es minoría la parte de la ciudad
que visita las exposiciones y en un ejercicio voluntarista, llevar el arte a la
calle ciegamente, es un alarde de inteligencia y de celebración de la fiesta de
la sociedad civil. Entre arte y gastronomía, la vida sigue…e la nave va!!
Román Padín
Otero
lunes, 15 de abril de 2013
viernes, 12 de abril de 2013
Moda y tecnología
Moda y tecnología Afirma el
diseñador y artista, Hussein Chalayan, que la moda se renovará por medio de la
tecnología. El riesgo de lo nuevo hace girar el mundo y uno de esos retos es la
tecnología en el textil. Una
exposición en el Fashion Institute of Technology de Nueva York, titulada
“Fashion and Technology”, aborda el muy actual tema de la tecnología en el sector
textil y el diseño, haciendo una prospección histórica y una contextualización
contemporánea del hecho de lo tecnológico en la industria del vestido. El momento histórico
de inicio de este análisis se encuentra en las Revoluciones industriales, con
la máquina a vapor, la invención de la hiladora Jenny y el telar de Jacquard.
Además la máquina de coser y los tintes sintéticos, permitieron un avance
extraordinario en el sector textil. En esa época se crea la primera confección
en serie, los grandes almacenes y la moda divulgada. Un segundo momento de avance exponencial se
encuentra antes de la primera guerra mundial, en 1913, con la invención de la
cremallera, un elemento revolucionario en la ropa. La surrealista Elsa
Schiaparelli la incorporó como adorno a sus vestidos y el propio Charles James,
la utilizaba en sus trajes de alta costura, como sistema para crear una
estructura adaptada al cuerpo. Tras la
segunda guerra mundial, la aparición de la lavadora y la llegada del hombre a
la luna, producen un cambio axial en la funcionalidad y la apariencia de la
moda. Desde 1961, se suceden los diseñadores que incorporan una estética sideral
a sus propuestas. Courrèges. Paco Rabanne, Pierre Cardin, hacen una moda lavable
con, acrílicos, vynilos y lamés. En
la década de los ochenta, Thierry Mugler, diseña también numerosos trajes de
estilo intersideral y su propio universo sigue esta estela tecnológica de nave
espacial. Entre los creadores japoneses, Issey Miyake junto a Junichi Arai,
crean tejidos metálicos y sintéticos. Y la firma DuPont, con Marc Audibet, crea
materiales de “lycra y algodón”. Los
ordenadores y el mundo digital son la última gran influencia tecnológica en la
moda. Las impresiones digitales en 3D, el CAD, la web, inspiran a creadores
como Jean Paul Gaultier, Gareth Pugh o Mary Katranzou, quien ha incorporado las
impresiones digitales en todos sus vestidos, haciendo furor en las aficionadas
a la moda del mundo. En fin el sport, y
las fibras científicas, para el atletismo, la montaña o el mar, con micro
chips, tejidos inteligentes, son la última vuelta de tuerca, en la tecnología
que hace avanzar la moda y el textil. Román Padín Otero
sábado, 6 de abril de 2013
Los increíbles
http://www.estebanmercer.com/portada/el-galan-fantasma-los-increibles/
Los increíbles
Durante los
años siguientes a la revolución francesa la moda experimentó bruscos cambios.
En un afán por alejarse de la obsolescencia del antiguo régimen, el vestido de
los ciudadanos se transformó y evolucionó hacia la simplicidad de inspiración
británica. El terno o traje de tres piezas con culote o pantalón hasta la
rodilla, trocó en traje de pantalón largo con chaquetas de talle alto y levita
en la espalda. Había
quien no obstante, como Maximiliano Robespierre, se aferraba en un gesto
agiotista a la imagen antigua, insistiendo en llevar peluca empolvada. La moda
fue en esa época, más que nunca, representación de un cambio socio político.
Buscaba diferenciarse del pasado y también adoptar la simplicidad naturalista
alentada por los ilustrados. Los revolucionarios asamblearios vistieron de modo
asimilado a los campesinos. En la Convención se llevó el aire de jinete a la
inglesa. En el directorio se inspiró la moda en el estilo clasicista. Así la
moda fue también postura política o ideológica. Como
quiera que la tendencia de la mayoría más progresista era la simplicidad y lo
austero, hubo voces díscolas minoritarias, que encontraban en la complejidad y
el exceso, una localización estética idónea para manifestar su desinterés por
las transformaciones políticas del momento. O para actuar como “punks” avant la
lettre y comportarse “á rebours” o sea a contracorriente. A este grupo se les
denominó “Los increíbles”. Ellos “los increíbles” y sus acompañantes “las
maravillosas”, caracterizaban su apariencia por el histrionismo de las
proporciones, los accesorios y los cortes de las ropas. El cabello con cresta y con
grandes patillas que llamaban de oreja de perro. Las chaquetas al aire del
directorio pero con un cuello desproporcionadamente grande, mangas habitadas
por puñetas y dobleces, corbatas cubriendo las orejas y sombreros de tricornio
de tamaño casi imposible. Tan llamativo era su aspecto que hubieron de
abandonar el bastón y sustituirlo por una maza, semejante al basto de la baraja
española, para defenderse de las agresiones verbales y burlas de los
viandantes. Actualmente, hay una generalidad de estilos en el vestir del hombre de
naturaleza bicéfala. Una línea anclada en las reinterpretaciones del estilo
inglés, en sastrería y sport. Otra línea apoyada en la simplicidad de los
colores básicos en prendas de naturaleza híbrida, que llamaríamos de estilo
urbano sin complicaciones. ¿Quiénes
son los increíbles en la actualidad? Aquellos que visten a contracorriente
creando minorías estéticas y del gusto, en definitiva los visionarios que abren
las puertas de su armario a corrientes ignotas. ¿Cómo se debe entender esto? ¿A
semejanza de aquellos que siguen con devoción la religión de la ropa negra o de
los diseñadores volumétricos de inspiración japonesa? ¿En identidad con los que
comulgan con un modisto afectado de inspiración infantil, college, sport o
sexy? La respuesta es que los increíbles del siglo XXI, son aquellos que se
evaden de la moda de la temporada y aferrados a su estilo personal construido tras
lustros de compras, siguen llamando la atención por su sobria elegancia y su
gusto por las prendas de calidad. Olviden la compra lúdica de prendas de bajo
coste y opten por la compra inteligente de prendas de alta calidad y evidente
perdurabilidad. Los increíbles de hoy son sostenibles, economicistas e
“increíblemente chic”…como “El caballero de la rosa” de Richard
Strauss…increíblemente chic.
Román Padín
Otero
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