Masculino/Masculino El museo de
Orsay en París, prepara una exposición para el próximo otoño sobre la
representación del desnudo masculino en el arte desde 1800 a la actualidad. No
es habitual que esta temática se trate en los museos, pues frecuentemente es la
apariencia femenina desnuda, lo venusiano, aquello que ocupa las monografías de
la historia del arte. El antecedente en este tipo de tratamiento del hombre en el arte, se
encuentra en la monográfica que el museo Leopold de Viena, presentó en otoño
invierno del 2012, bajo el título “Nude men from 1800 to the present day”.
No es baladí referir estas muestras en este momento del sistema de la
moda. Pues la cultura del aspecto ha evolucionado en las últimas décadas desde
la apariencia vestida a la apariencia desnuda. La moda últimamente, impone
desde la calle, el gusto por exhibir el cuerpo atlético de las hordas de
aficionados al deporte que pueblan los países desarrollados en la actualidad. La cultura del gimnasio, del triatleta y del
alfa man, que tiene en la década de los cuarenta años lo que llaman los nuevos
treinta años, ha hecho cambiar el aspecto del hombre. Convirtiéndolo en más
Hercúleo y sportivo que en el siglo XX, invitando a la exhibición de la carne
trémula en la calle. La moda en
la mujer, se ha concentrado notablemente, como explicaban Dolce&Gabanna en
una entrevista reciente en Finantial Times, en tener un bolso de marca. La moda
en el hombre, se dirige hacia tener una constitución física muscular o
atlética, pero siempre en la tónica del aspecto saludable y exhibible. Los
tatuajes, los piercings, las depilaciones, el moreno, las manicuras, los cortes
de pelo, las barbas, bigotes, operaciones de estética, operaciones de plástica
y tratamientos de belleza de piel y cabello, son el máximo exponente de la moda
en la actualidad. Si la modernidad y diversificación llegó al mundo de la moda desde las
casas de costura hacia el perfume, un ente abstracto ligado en un imaginario
ideal a una maison de mode. Ahora avanza en abstracción y hace que la moda se
evada de lo textil y se adentre en lo carnal. Tanto el hombre como la mujer,
disfrutan de las fantasías creadas por las publicidades de moda, que proponen
siluetas perfectas, pieles impolutas y rangos de edad sacados de contexto, a
través de la moda en desnudez. O de la moda con patrones hiperfemeninos o
hipermasculinos, que necesitan de una estructura corporal perfecta para ser
factibles. No es ya una cuestión superficial de tallas pequeñas, sino de aspecto
desnudo de hercúlea belleza o venusiana idealidad. Los intelectuales dedican ahora pues, sus
esfuerzos a teorizar sobre el desnudo, especialmente el novum del desnudo
masculino. Un tour de force de la cultura hipermoderna por relacionar la moda y
las artes plásticas. Integrar las artes
aplicadas y el arte. El desnudo masculino es la moda, es el arte. Román
Padín Otero
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