lunes, 17 de junio de 2013

Punk, chaos to couture ECG

El Correo Gallego, ha publicado mi artículo sobre la expo del MET, punk, chaos to couture

http://www.elcorreogallego.es/opinion/firmas/ecg/punk-chaos-to-couture/idEdicion-2013-06-16/idNoticia-812039/
Punk: chaos to couture                                                                                          Una exposición en el Metropolitan Museum de Nueva York, titulada, “Punk:chaos to couture” pone de actualidad la relación entre el movimiento punk y la moda.                                           
Unas afinidades electivas, las de la cultura musical de la calle londinense en los años setenta, con la escena de la costura internacional desde esa década, que han generado estéticas contradictorias y sobre todo discursos diversos.                              El punk, surge como una contestación accidental a la situación socioeconómica de los años setenta. Los movimientos sociales y culturales, no surgen a partir de un decálogo, aparecen espontáneamente y se construyen con comportamientos diversos. El pelo de punta, las ropas negras, los jeans rotos, el tartán, las cadenas, los piercings, los imperdibles, el maquillaje blanco, las hojas de afeitar, los zapatos tipo Dr. Martins, son algunos de los elementos de la iconografía del vestido punk. Estos surgieron espontáneamente y se fueron acumulando hasta crear un imaginario colectivo.                                                           Cuando este conjunto de elementos fueron fagocitados por el sistema de la moda, para interpretarlos como accesorios del consumo burgués, se desnaturalizaron. Lo que inicialmente eran gestos contestatarios frente a lo establecido, contra el buen gusto, contra la tradición o contra la música, reinterpretándola como grito violento y desgarrado. Se acomodan a la vacuidad aparente del sistema de la moda. Lo que era genuino vistiendo a la calle, se convirtió en manierista vistiendo a los salones.          
Los agentes más notorios en este diálogo del punk con la moda, son los Sex Pistols con Malcolm McLaren como cabeza pensante. Y Vivienne westwood quien desde la época de la tienda Sex, hasta la actualidad, es la única creadora, que por ser a contracorriente y por deconstruír la historia del traje de su país, el Reino Unido, se puede considerar como punk.                         
  La pléyade restante de casas de costura que toman prestados elementos del punk, como Chanel, Versace, Givenchy, lo hacen de modo retórico. Quizá Rick Owens y Moschino, sean firmas ancladas en matices de lo punk, como la negritud o la ironía.                       
 ¿Qué es punk, o dadaísta o “á rebours”, en la actualidad?                                     La herencia más integrada del punk en la sociedad son los piercings y tatuajes. No resulta pues agiotista llevar el cuerpo taladrado ni pintado. Pero sí podría resultar un revulsivo, llevar camisetas con leyendas polémicas, como aquel “never mind de bollocks”, de los Sex Pistols., o su “God save the Queen”. Que hoy tendrían un equivalente en “catalanes no os queremos” o “Art62: corresponde al Rey”. 
¡Punk es riesgo no maquillaje!

Román Padín Otero     

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