sábado, 12 de enero de 2013

Et in Arcadia Ego


Et in Arcadia ego                                                                                    Tomo prestado el título para este artículo de un capítulo perteneciente a la novela escrita por Evelyn Waugh, “Brideshead revisited”. La Arcadia de la novela se refiere a un momento pastoral o de introspectiva tranquilidad, en las vidas de los personajes descritos por el autor británico. No sin cierta ironía, la Arcadia se trae aquí a colación no como un lugar  mitológico y poético, sino como la temporada del año que en el sistema de la moda, se repite en dos momentos y lleva el inquietante nombre de “descuentos”, “saldos”, “rebajas”u “ofertas”. El descuento en ámbito mercantil, se refería a un cierto contrato bancario con pagarés y letras a plazo. El saldo, tiene una connotación de baratija…”ese hombre está de saldo”…La rebaja, tiene evocación servil. Y la oferta sería aquello que de sí, se ofrece. Las letras de cambio, solterones buscones, genuflexiones o un acto oferente, no tendrían nada de especial atractivo si se miran objetivamente. Sin embargo, nuestro ámbito de significantes y significados desnaturalizados por el abuso sintáctico, ha convertido a la baratija, la oferta, lo chusco y lo de menor precio por defectuoso u obsoleto, en el centro de la existencia contemporánea.                                                                  La Arcadia del siglo XXI, no es un paraíso campestre literario o pictográfico, sino que es el ámbito mefistofélico de los comercios en las calles centrales de las ciudades vendiendo con “menosprecio” todos sus bienes y servicios.                                                                                                   A mi las rebajas me parecen esperpénticas, son una manera de adquirir lo innecesario y por reducción de márgenes aumentar la necesidad de ERE (expedientes de regulación de empleo). Sin embargo, por no parecer "a contracorriente” en exceso, voy a recomendar algunas cosas de interés en este período comercial para el armario del caballero del siglo XXI. Es importante llevar americanas de buen paño y mejor corte. Es principal llevar zapatos de piel o materiales tecnológicos de óptima calidad. Como quiera que esas cualidades excelentes son paralelas a precios elevados, sería inteligente aprovechar el período “de arcadia comercial”, para comprar básicos en tweed, alpaca, algodón que completen el perfil sartorial del armario masculino. En cuanto al calzado, una colección de zapatos negros para trajes marino; marrones para trajes ocres; zapatos Oxford en versiones de trabilla simple o doble, cordones o elásticos en suela o goma, es atemporal y se puede completar en período de descuentos. Debemos, eso sí, comprar cómodo y sencillo. No seamos como el bello Brummell que necesitaba dos criados para abrochar su corbata. Jaume III, Vía Condotti, Faubourg Saint Honoré o Paseo de Gracia, son algunos de los lugares donde encontrar la Arcadia del buen producto a buen precio.                                                                 Román Padín Otero     
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