En
recuerdo a Karl Lagerfeld.
Ha
muerto el visionario, icónico, magnético Karl Lagerfeld. Un hombre de
inabarcables conocimientos, además de enormes facultades que desarrolló en
numerosos ámbitos estéticos, y que llevó a lo máximo al frente de la dirección
creativa de la casa de modas Chanel en París. Un diseñador, creador, dibujante,
fotógrafo, editor, realizador de filmes, actor incidental que, nació en
Hamburgo en 1938 y que tuvo a las grandes capitales de la moda como lugar de
residencia a lo largo de una vida dedicada al trabajo creativo, que llegó a su
fin el 19 de febrero de este año 2019 en París.
Las
grandes personalidades son reconocidas por sus actividades profesionales, poco
trasciende de la vida privada y de ella se sabe más lo que se calla que lo que
se difunde. Ese es el caso de Karl Lagerfeld, un caballero europeo con una
fascinante biografía aderezada de datos privados pero sostenida en lo esencial
por brillantes hallazgos profesionales que se acercan a la genialidad en muchos
casos. Hasta el extremo de haberse convertido el mismo individuo con sus gafas
negras de sol, camisa blanca de cuellos blancos, corbata oscura, cola de
caballo de pelo blanco, en un icono en sí mismo. Recordemos aquí aquella
universalmente célebre camiseta de hace unas temporadas que leía Karl Who? (Karl Quién).
Porque
si algo hay que explicar al hacer la efigie del personaje, es que se trata de
un sujeto universal que dirige creativamente una o más casas de moda igualmente
mundiales. O sea a Karl Lagerfeld se le conoce en la Avenue Montaigne de París
tanto como en Nueva York, Tokio, Sídney, Ciudad del Cabo, Pekín, Moscú, Nueva
Delhi o Dubái. El trabajo que más le popularizó fue al frente de la casa
fundada por Gabrielle Chanel. Los
elementos del estilo homónimo comprenden los zapatos bicolor, la camelia, las
cadenas con perlas, el traje de tweed, el bolso acolchado con cadenas, las cadenas
en el cinturón y son reconocible en los 5 continentes por varias generaciones
de mujeres y hombres. Al propio Karl Lagerfeld se le reconoce como parte de ese
imaginario, elemento esencial del contenido semiótico de la moda y el mensaje
modernizador de Chanel.
La
popularidad de Karl Lagerfeld está construida y jalonada de momentos épicos. En
1954 queda finalista junto a Yves Saint Laurent, con un diseño de un abrigo en
el Premio Woolmark. Tras el éxito lo recluta Pierre Balmain con quien trabaja
tres años, tras los cuales entra en Jean Patou. Después con una innegable
modernidad comienza la aventura del freelance, diseñando para Chloé en París y
para Fendi en Roma. Con las hermanas Fendi inventa una nueva forma de
confeccionar con piel de pelo, despinzada, teñida, cortada con láser, creando
prendas wabi sabi o de estética envejecida, haciendo una piel ligera, colorista
y con confección de modistería.
En
1983 se incorpora a la dirección artística de Chanel y la convierte en la
primera de las grandes casas de la alta costura francesa en renacer hasta
dominar el mercado del fin del siglo XX y XXI. Inés de la Fressange y otras
supermodelos llenan de belleza todas las marquesinas, revistas y programas de
televisiones del mundo con ropas y accesorios de la marca. Los modelos
masculinos como Jean Baptiste Giabiconi o Brad Kroenig encarnan al impecable chevalier servant de las mujeres independientes del estilo Chanel.
Luego el éxito de los perfumes, las exposiciones, los museos portátiles como el
pabellón creado por la arquitecta Zaha Hadid para el proyecto Culture Chanel y los grandes desfiles
espectáculo como los celebrados en el Grand
Palais o en el Metropolitan Museum de
Nueva York. Al frente de Chanel estuvo casi cuatro décadas.
Otros
proyectos de Karl Lagerfeld incluyen su actividad como fotógrafo sublime; la
actividad de editor al frente de librairie
7L en París; creador de su propia marca en Lagerfeld
Gallery; la colaboración con H&M alcanzando su sueño de el elitismo de las masas; los bailes de
la Rosa en Montecarlo; dibujos, editoriales, producciones en todo el mundo;
ediciones de numerosos libros. Una actividad inabarcable en cantidad y
excelencia.
Karl
Lagerfeld es uno de los creadores axiales del cambio de milenio. Ha dejado una
impronta de inteligencia estética de alta cultura, entrelazada con su propia
figura de icono pop. Un legado que
abarca desde los diseños de moda, a la realización fotográfica; las colecciones
de muebles del siglo XVIII o de Mobiliario Memphis de los años 1980. Las musas
y musos devenidos en fenómenos de masas y un aire de París cargado de juicios
de valor y lógica estética. Es un imprescindible.
Román
Padín Otero
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