jueves, 6 de octubre de 2011

Venusianas y marcianas, El Correo Gallego 1.10.2011

Venusianas y marcianas
Durante una visita guiada a un museo de arte español contemporáneo, dirigida a un grupo de adolescentes escolares, ocurrió un cuestionamiento del género en el arte. Tras visitar numerosas salas con  obras principales del siglo XX, entre las que estaban los grandes Picasso, Tápies, Miró, Dalí, también los introspectivos Saura, Mompó, Millares, Valdés y en fin los postmodernos Barceló, Pérez Villalta, Broto…llegamos a una sala en la que había dos cuadros de Carmen Laffón. Y al escuchar la explicación sobre las obras, surgió el comentario general sobre la escasa presencia de las mujeres artistas en esa colección.
La respuesta a este cuestionamiento del género en el arte, encuentra explicación, que no razón, en la vieja dualidad de la mujer venusiana, o yacente como musa del cuadro. Frente a la mujer marcial o marciana, que participa con carácter activo en la realización de la obra de arte. Tradicionalmente se primó a la mujer como Venus y son escasas las representaciones en colecciones de la mujer como creadora. Es por ello que merecen especial interés las obras selectas realizadas por mujeres en las colecciones, tanto por su singularidad, como por su calidad. Pues la exigencia a ellas en un terreno de hombres, era injustificadamente mayor…así siendo pocas las pintoras en lo inventarios de obras de museos y colecciones, su presencia es digna de mención por la excelencia.
En la colección en cuestión, la Fundación Juan March, están presentes también Susana Solano, Soledad Sevilla y Eva Lootz.
Una gran artista a quien se dedicó una monográfica en el Museo Reina Sofía de Madrid en esta temporada, es la brasileira Lygia Pape. Gran dama de las artes en el estilo más conceptual de la segunda mitad del siglo XX, tuvo tras su muerte en 2004, varios momentos para el recuerdo. La Galería lusa Graça Brandâo, gestora espiritual del patrimonio artístico de la creadora, alcanzó las cotizaciones más elevadas que nunca se imaginaron de las instalaciones ingrávidas hechas con hilos y luz de la artista, en temporadas recientes. Además una preciosa instalación de la artista abría el Arsenale en la Bienal de Venecia del año 2009. Y en este año 2011, es el Reina Sofía quien dedica una gran monográfica a una creadora de piezas sublimes. Sus intervenciones espaciales con luz y sombra. Sus geometrías reticulares creando lenguajes semióticos y sus dibujos poema son algunos de los momentos más bellos del arte contemporáneo.
En las antípodas de la abstracción y el lenguaje minimalista, se encuentra otra gran dama del arte español. La mallorquina Susy Gómez, quien con su lenguaje de meta lectura entorno a la apariencia femenina, el vestido como cuerpo y la integración de la moda en la dialéctica del arte, ha convertido cuestiones íntimas de la conducta cotidiana en realidades trascendentes del universo del arte.
Ellas, las Venus, convertidas en marciales gestoras y creadoras del arte, son un flujo axial de la vida creativa contemporánea.
Román Padín Otero      

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